En este ensayo se muestra cómo varía un mismo espacio a través de una luz más o menos directa o difusa.

Un modo de controlar la luz es a través de la apertura. Para ello se varía la profundidad de esta en tres medidas distintas para este modelo.

Una apertura sin profundidad (modelo 1) permite con mayor facilidad que los rayos del sol entren directamente en la sala, mientras que una apertura con gran profundidad (modelo 3) dificulta la entrada directa del sol, introduciendo la mayor parte del tiempo la luz gracias a los rebotes que se producen en las paredes de la apertura provocando que la luz se disperse y sea más difusa.

Para que este fenómeno se produzca es necesario que las superficies que recubren el canal de la apertura y dirigen la luz sea de un material con reflejo difuso, lo que depende de la naturaleza de este. El yeso o el papel blanco son, por ejemplo, materiales con un reflejo muy difuso.