La dirección de la luz determina que parte del sujeto o de la escena quedará iluminada y que parte quedará ensombrecida, también determina la dirección y forma de las luces y sombras.

Esta dirección depende de dónde se sitúe el origen del foco de luz con respecto a la escena o al sujeto. Cuando el foco de luz es el sol mismo, el movimiento aparente de este con respecto a nuestra escena provocará un ángulo en las sombras y luces que irá variando a lo largo del día.

Gracias a que este fenómeno no es debido exclusivamente al sol, sino a su relación con respecto a la escena, también se podría modificar el ángulo de las luces y sombras variando la posición de la apertura con respecto al foco de luz.

Tal y como se aprecia en este ensayo donde el foco de luz está fijo, la dirección de las luces y sombras proyectadas varian conforme se desplaza la apertura hacia la derecha. Así se puede observar como una luz centrada en el modelo 1, pasa a partir del modelo 7, a tener un ángulo tan inclinado que la luz comienza a chocar contra el plano vetical derecho.